Los Barrancos de Almedina, situados en el cuadrante sureste del término, constituyen la zona más salvaje del municipio.
Atravesados por el río Guadalén, así como por diversos arroyos -el de la Jeroma, el de Guacheros y el de la Parrilla-, en ellos podemos encontrar varios tramos de bosque galería en torno a dichos cauces de agua. También aparecen varios cerros como el Bogallo o el Montón de Trigo, conformados por terrera pura -tierra roja propia de la zona-, que harán que el visitante se sienta más bien en Marte que en este planeta.
A lo largo y ancho de toda esta zona, también aparecen numerosas fuentes naturales como la Fuente de Martín, la Fuente de la Higuera, la Fuente Gil, la Fuente de la Muela, o la Fuente de la Parrilla, situadas todas ellas a media ladera. Mención especial merece la fuente llana del Charco del Gitano, que surge natural en mitad de una gran llanura elevada sobre los propios Barrancos, justo en el límite sureste del municipio.
También en esta zona -sobre los Álamos Blancos, concretamente- podemos encontrar el horno apícola municipal.
Especies flora: Farolillo, retama, viborera, cardo borriquero, cardoncha, chupamieles, cebadilla, botón de oro, azulejo, zanahoria, nazareno (Olmos, chopos y sauces en La Alameda)
Especies fauna: Picapinos, Oropéndola, Abejaruco, Curruca cabecinegra, Gorrión moruno, Ruiseñor común, urraca, cernícalo. Galápago leproso, Rana común, Mariposa ícaro, mariposa arlequín.