(Almedina, Ciudad Real 1569-1640)
Bartolomé Jiménez Patón nació en Almedina, en 1569 en una ilustre familia. Se puede afirmar que poseía un patrimonio que le producía buenas rentas, pudiéndose calcular en más de 20.000 maravedís anuales.
Estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas de Madrid, donde fue compañero de Lope de Vega, de quien fue siempre un gran admirador.
Estudió el bachillerato de Artes y Filosofía y se graduó como maestro en la Universidad de Salamanca. Durante ese periodo decidió hacerse clérigo con intención de ordenarse de presbítero, sin llegar a conseguirlo pues el cura de Alcaraz, bachiller Bartolomé Márquez y el juez, licenciado Gutiérrez de Sandoval Ballesteros advirtieron errores en su proceso de ordenación, así como un problema en su modo de vida. No constan documentos acerca de estos errores pero se atribuyen a la dedicación del maestro Patón en esa época a la escritura de comedias, de títulos poco cercanos a los preceptos como son Los Amantes Engañados o El Casamiento Desecho.
Tras la negativa de su ordenación, contrae matrimonio con Juana Hervás Mosalve, vecina de Almedina. En 1600 comienza a regentar la cátedra de Humanidades y a enseñar Gramática en Villanueva de los Infantes. Obtuvo una cátedra de gramática en 1603 en la Catedral de Jaén, e impartió clases en academias de Toledo, y se relacionó con el círculo de amigos de Lope de Vega. Fue notario del archivo de la Inquisición de Murcia y correo Mayor de Villanueva de los Infantes.
Comentó y tradujo epigramas de Marco Valerio Marcial y escribió diversas obras de gramática: Breves Instituciones de la Grámatica Española (Baeza, 1614) y Epítome de la ortografía latina y castellana (Baeza, 1614). Además, publicó el manual de retórica más importante de la época: Mercurius Trimegistus, sive de triplici eloquentia (1621). Escribió también diversos opúsculos como Reformas de Trajes (1638) o El Perfecto Predicador (1612).
Patón fue un autor prolífico, que elaboró y publicó gran cantidad de obras. Llegó a vender cuatro comedias escritas por él, y entregó dos autos sacramentales para ser representados en Alcaraz.
Confeccionó diversos textos históricos, destacando La Historia de la antigua y continuada nobleza de la ciudad de Jaén, muy famosa, muy noble, y muy leal, guarda y defendimiento de los reinos de España. Dicha obra contiene en su mayoría biografías y genealogías de linajes jiennenses junto con hechos históricos de la época, sin dejar de lado el paisaje, la climatología, la industria y especialmente la agricultura. Se puede considerar una auténtica enciclopedia de la provincia andaluza.
La aportación de Jiménez Patón a la filología, no solo hispana sino también universal, es muy notable. Lo más interesante puede ser su observación sobre el seseo, siendo el primer autor que suministró la descripción conocida de este término, aplicándolo al hábito fonético de los valencianos y contraponiéndolo al zezear de los sevillanos.
A principios del siglo XVII no contaba con una situación económica muy holgada y recurría a dedicatorias de antiguos discípulos y amigos para poder publicar sus obras.
Finalmente murió a los 71 años (1640), cuando residía en Infantes y ejercía de profesor de Retórica.
Bartolomé Jiménez Patón es considerado el gran humanista de esta tierra y autor de fundamentales tratados filológicos para su época, así como de diversas comedias teatrales, poemas, etc.
Fuente:
Barragán Fernández, Bruno, 50 Personajes de Ciudad Real para la historia, Biblioteca de autores manchegos (Diputación de Ciudad Real).